HAY QUE MATAR A PERON Y A BORLENGHI - CARTA ORIGINAL DEL 17 DE
DICIEMBRE DE 1955 DIRIGIDA AL JEFE DE LA POLICIA FEDERAL ARGENTINA,
GENERAL DE DIVISION JUAN ESTEBAN VACAREZZA, FIRMADA POR EL GENERAL
DE BRIGADA MANUEL CALDERON, INTERVENTOR NACIONAL DE LA PROVINCIA DE
ENTRE RIOS.-
FRASES QUE SE DESTACAN DE ESTA PIEZA HISTORICA:
"EL PERONISMO, ESTA TODAVIA PRESENTE, SU DESTRUCCION LLEVARA TIEMPO
PERO ASEGURO A USTED QUE EN ENTRE RIOS, NO SACARA OTRA VEZ
CABEZA"
"SIENTO, SIN EMBARGO, COMO UNA NECESIDAD DE MI ESPIRITU QUE PERON Y
BORLENGUI SEAN FUSILADOS"(EL APELLIDO CORRECTO DEL DESTACADO
SINDICALISTA ARGENTINO ERA BORLENGHI), ERA UN ERROR COMUN DE LA
EPOCA DE ORTOGRAFIA, DADO QUE LA TERMINACION DE APELLIDOS EN "GHI"
EN LA ARGENTINA NO ERA COMUN.- Y ENTRE OTRAS " LA REINVINDICACION
ES IMPERIOSA Y ELLA SOLO SE CONSIGUE CON EL EXTERMINIO DE ESTOS DOS
MISERABLES".-
VALGA APUNTAR QUE EL HISTORIADOR QUE PUBLICA ESTE ARTICULO, EN NADA
COMPARTE SUS CONTENIDOS, SIMPLEMENTE TRAIGO A LA LUZ ESTA PIEZA,
PARA EL ANALISIS HISTORICO, ENTENDIENDO QUE ESTE TIPO DE DOCUMENTOS
DEBEN CONSERVARSE PARA FUTURAS GENERACIONES.,- ES OTRA FORMA DE
ACCEDER A LA HISTORIA, FUERA DE LIBROS ESCRITOS POR HOMBRES, ES
LLEGAR A TRAVES DE LOS DOCUMENTOS ORIGINALES, MAPAS, GRABACIONES,
FILMACIONES, PODRIA DEFINIRSE COMO HISTORIA DOCUMENTAL.-
ME ENORGULLECE PUBLICAR ESTA PIEZA.- HASTA QUE SE VENDA LA HAGO DE
CONSULTA PUBLICA.- CUALQUIERA PUEDE CITARLA, INDICANDO QUE AL
PRESENTE, Y HASTA QUE SE VENDE, PERTENECIO A LA FAMILIA DEL DR.
RICARDO MIGUEL LERENA JORDA, DE LA REPUBLICA ARGENTINA.-
Ángel Borlenghi
Biografía
Ángel Borlenghi tuvo una destacada actuación como dirigente
sindical entre los años 1930 y
1945.
Ideológicamente Borlenghi adhería a las ideas socialistas y era un activo y destacado
afiliado del Partido Socialista.
En los primeros años de la década del '30 Borlenghi fue elegido secretario general de la
Confederación de Empleados de Comercio, uno de los sindicatos más importantes del país.
Desde ese cargo, estableció relaciones estrechas y formas de
acción conjunta con otros sindicatos en actividades afines, como
los de bancarios, seguros, viajantes de comercio y empleados de
farmacias, para impulsar un amplio reclamo al Congreso Nacional para
sancionar una ley de contrato de trabajo. Luego de una extensa
lucha, el movimiento obtuvo la sanción de la ley 11.729 de contrato de
trabajo en el sector servicios, la ley laboral más importante
de la Argentina hasta 1974. Ese éxito lo colocó como uno de los
dirigentes sindicales más importantes del país, junto con José Domenech y Francisco Pérez Leirós.
Cuando en 1942, la CGT se dividió en CGT
Nº1 y CGT
Nº2, Borlenghi integró el segundo grupo, junto con la mayoría
de los sindicatos comunistas. En 1943 cuando
se produjo el golpe de estado que derrocó al gobierno
fraudulento de Ramón S. Castillo, a pesar de que el
gobierno militar había disuelto la CGT Nº2 a la que pertenecía,
Borlenghi condujo el grupo sindical que estableció contactos
primero y una alianza después con un sector del ejército que
simpatizaba con los reclamos obreros, conducido por el entonces
coronel Juan Perón.
La alianza entre Perón y Borlenghi permitió simultáneamente ir
sancionando históricas conquistas del movimiento obrero argentino
(convenios colectivos, Estatuto del peón de campo, jubilaciones,
etc.), aumentar el apoyo popular a la CGT y a Perón, e ir ocupando
espacios de influencia en el gobierno.
En octubre de 1945, cuando Perón fue obligado a renunciar y
luego detenido, Borlenghi y la CGT desempeñaron un rol importante
en la organización de las movilizaciones obreras que culminarón con
su liberación el 17 de octubre de
1945[cita requerida].
San Miguel de Tucumán,
9 de
julio de
1947, el Ministro del Interior, Ángel Borlenghi lee la
declaración de la independencia económica.
Ante la posición contraria a la candidatura de Perón del
Partido Socialista,
Borlenghi se separa del mismo y contribuye a organizar con los
demás sindicatos el Partido Laborista que
constituyó la base principal de apoyo de Perón para las elecciones
del 24 de febrero de 1946, donde
triunfó con el 54% de los votos. En el Partido Laborista Borlenghi
era director del periódico oficial, El Laborista. Más
adelante encabezaría el grupo partidario de su disolución para
integrarse al Partido Peronista.
Una vez elegido, y como consecuencia de ese apoyo, Ángel
Borlenghi fue nombrado por Perón como Ministro del Interior,
segundo cargo político de importancia del gobierno, en el que se
mantuvo casi hasta el final de su gobierno.
Denuncias de torturas
Mientras fue ministro se produjeron violaciones de derechos
humanos debido a la persecución de opositores -en especial de
comunistas-.1
El organismo más cuestionado fue la Sección Especial de la Policía Federal, continuación
de la que había creado en 1934 Agustín P. Justo, que funcionaba en la calle
General Urquiza al lado de la comisaría 8* y a ella pertenecían
oficiales cuyos nombres serían asociados luego a las torturas que allí se practicaban: Cipriano Lombilla,
José Faustino Amoresano, Guillermo Solveyra Casares y los hermanos
Juan Carlos Emilio y Luis Amadeo Cardoso. "Enterarse que un
detenido había sido llevado a la Sección Especial era tener la
seguridad de que sería picaneado o, por lo menos, maltratado,
aunque había otros locales policiales en la Capital Federal y en la
Provincia de Buenos Aires con parecida fama, y se sabía que en casi
todas las brigadas y delegaciones de la Policía Federal menudeaban
esas prácticas, tanto con los detenidos políticos como con los
comunes"2
3
Entre los casos más conocidos se encuentran los del dirigente
laborista Cipriano Reyes, las empleadas telefónicas que no estaban
de acuerdo con la conducción oficial del sindicato, el estudiante
Ernesto Mario Bravo secuestrado por la
policía que casi muere en la tortura mientras estaba desaparecido y
cuyo caso fue denunciado por el médico que lo atendió, primero en
la Sección Especial y luego en una quinta adonde lo trasladaron.
Cuando fue el "caso Bravo" el gobierno:
Negó la desaparición de Bravo, negó las torturas, denunció todo
como una maniobra opositora y hasta el Consejo Superior del Partido
Peronista insistió que el episodio entero había sido 'una
confabulación con el propósito de subvertir el orden'. Y cuando la
decisión judicial hizo innegable todo lo que se había negado,
apretó los tornillos de los medios periodísticos para echar sobre
el tema una espesa vaharada de desinformación y movió los
magistrados necesarios para exculpar a los torturadores. Al
defenderlos hizo suyas sus culpas, las endosó, lo que revela la
tremenda insensibilidad que se había instalado en las estructuras
oficiales. Maltratar a un ciudadano era perdonable, si por
añadidura era un comunista, entonces era un servicio a premiar.
Pues -no hace falta decirlo- Lombilla y sus colaboradores
regresaron a sus puestos y fueron ascendidos, como
corresponde."4
La quema de la bandera y su
renuncia
Cuando se acercaba el jueves 9 de
junio de 1955 en que se celebraba la fiesta de Corpus Christi, la Iglesia en la
esperanza de conseguir mayor número de concurrentes resolvió
postergar la celebración para el sábado 11. Inmediatamente el
gobierno dio un comunicado señalando que las autorizaciones para
hacer las procesiones habían sido concedidas para el día 9 lo que
no impidió que la concurrencia al acto religioso, estimada en unas
200.000 personas colmara la Catedral y ocupara la Plaza de Mayo
adyacente. Al finalizar el acto religioso se formó una
manifestación hacia el Congreso donde arriaron la bandera nacional
y la reemplazaron por la enseña del Vaticano, apedrearon el edificio y arrancaron al
grito de ¡Muera Eva Perón! dos placas de bronce colocadas en el
frente. El mismo día 11 el gobierno acusó a los manifestantes,
además de por los daños, de haber quemado una bandera argentina y
se abrió una investigación judicial. Al día siguiente se repitieron
los disturbios en la zona céntrica y en las cercanías de la
Catedral, registrándose muchas detenciones. Una investigación en el
Consejo
Superior de las Fuerzas Armadas obtuvo el testimonio de
integrantes de la Policía Federal que imputaban
del hecho a sus propios compañeros por lo cual el organismo
solicitó a Perón la separación del jefe de policía y la detención
de Borlenghi pero al día siguiente de esa comunicación salió del
país.5
Ya depuesto el gobierno el propio contraalmirante Alberto Tessaire
-vicepresidente al tiempo del hecho- afirmó que la acción se había
ejecutado no sólo con la autorización de Perón sino bajo su
inspiración.5
En 1961 Borlenghi se entrevistó con el Che Guevara quien le expresó su admiración
por Perón y su deseo de establecer una alianza entre el peronismo y
la Revolución Cubana.6
Murió el 6 de agosto de 1962 en Roma,
Italia. Sus restos fueron repatriados en 1996 y fueron sepultados
en el Cementerio de la Chacarita.
En 2009 su viuda, Clara de Borlenghi (nacida el 15 de julio de
1910), aún continúa trabajando para el sindicato de comercio
FAECyT.
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